Año 2013
(presentación)
Es un libro de ida y vuelta, de viajes de encuentros y
lejanías.
Comenzó
hace ocho años con la llegada de mi
nieta Renata, nació en las Islas Baleares, España, allí vive junto a sus padres y su hermanita
Olivia.
Es una manera de
recordarla, de alejar la extrañeza por
la distancia física que nos separa.
Desde ese momento y a
medida que va creciendo, paseamos, vamos a exposiciones y museos, jugamos
a las visitas, a las niñas
guapas.
Es un punto de encuentro entre nosotras. Cuando estamos
juntas relatamos, cantamos, leemos, inventamos palabras, rimas, pintamos y
jugamos con la técnica de “cadáver
exquisito” de los surrealistas.
Renata tiene una nutrida biblioteca alimentada por sus
padres, los abuelos, tías y tíos.
Además de los autores clásicos comparten sus estantes María
Elena Walsh, Ema Wolf, Graciela Montes, Pablo De Santis, Horacio Quiroga, los
clásicos y muchos más.
Mientras jugamos a cocinar y coser aprovechamos para
conversar sobre la escuela, los amigos, sus deseos y fantasías. Por mi parte
acerco recuerdos familiares, de Argentina y nuestra vida aquí; también intercambiamos dudas sobre el
lenguaje.
Por todo es un libro compartido con alegría, amor y humor.
-¿Abu y si inventamos poesías locas?, o abu hablemos de la vida-dice Renata
-¿Renata cómo se dice tal o cual palabra en catalán?-
pregunto
Como a la mayoría de los chicos a Renata le encanta ver televisión,
por eso cuando nos encontramos acordamos un horario para ello.
Yo vivo en Argentina y nos vemos una o dos veces por año, el
resto del tiempo estamos en contacto por Internet o por teléfono.
A pesar de la distancia y gracias a los medios tecnológicos
actuales podemos construir y enriquecer
este vínculo amoroso de abuela- nieta y permanente aprendizaje.
Cristina Briante